Donde el ocio y la falta de oficio pagan y se dan el vuelto | |
Llego la primavera... y tal |
4.08.2005 Fujiwara Takumi Era una noche calmada. El maestro Kobayashi, el maestro Hirotaro, y el maestro Katsumoto amistosamente se contaban chistes y anecdotas mientras disfrutaban su sake en el gran salon. Los tres sentados alrededor de la pequeña mesa donde reposaban varias botellas vacias de sake. El piso de madera oscura, las paredes blancas. Tres grandes amigos.Yo, un simple sirviente oia sus conversaciones y sus risas mientras terminaba mis quehaceres en el patio central del templo. Me disponia a informarle al maestro Kobayashi de que ya habia terminado mis quehaceres y que me iva a retirar al dormitorio. Cuidadosamente me acerque al gran salon y desde el portal en una voz timida dije: - Maestro Kobayashi, con permiso. "Si, Takumi San. Que se te ofrece?" Dijo el maestro. - Ya termine los quehaceres y me voy al dormitorio. Por favor dejeme saber si necesita algo mas. El maestro Kobayashi hace un gesto con su mano derecha para que me acerque. Con mi mirada fija al piso, lentamente me acerco hacia el centro del gran salon bajo la mirada escudriñante del maestro Hirotaro y el maestro Katsumoto. El maestro Kobayashi me mira fijamente y con una voz firme me dice: Takumi San, mirame!. Con un poco de timidez comienzo a subir la cabeza y veo la expresion firme del maestro Kobayashi, sosteniendo una copa de sake frente a mi. En fracciones de segundo su expresion imponente cambio a ser la sonrisa mas amigable que habia visto. El maestro Hirotato solto una estruendosa carcajada y lo siguieron el maestro Katsumoto y el maestro Kobayashi, y como si fuesemos los amigos mas viejos e intimos comienzan a darme palmadas en la espalda y a reirse de mi. El maestro Kobayashi me da la copa de sake y me dice: "Takumi San, relajate, bebe con nosotros". Yo apenadamente tomo la copa de su mano y bebo el sake. Con razon los maestros estan tan ebrios, digo en mi pensamiento. El sake estaba muy fuerte y me hace toser al pasar por mi garganta. Esto hace que los maestros se rian una vez mas mientras llenan sus copas nuevamente. Esto continua por unos treinta minutos. Ya no podia beber mas sake. No estaba acostumbrado. Especialmente el sake que los maestros bebian. Podria jurar que el arroz era fermentado por mas tiempo a proposito. Entre carcajadas y canciones, noto una silueta a travez de las pared derecha de papel blanco del gran salon. Volteo hacia la izquierda y veo otra silueta corriendo desde donde esta la cocina hasta la esquina opuesta del gran salon. Despues otra. Y otra. Las siluetas cargaban lo que parecia ser arcos y flechas y se movian con gran rapidez. Rapidamente todas las siluetas corren hacia la entrada del gran salon y como un relampago se posan a lo largo de las paredes blancas de la entrada del gran salon. Todos vestidos de negro, con mascaras cubriendo sus rostros y firmemente apuntandonos con sus arcos y flechas. El maestro Hirotaro rapidamente se levanta del piso, mientras el maestro Kobayashi y el maestro Katsumoto miran con sorpresa al grupo de intrusos. Una ultima silueta se aproxima lentamente hacia la entrada y tambien veo que carga un arco y flechas. Al entrar al cuarto y sin decir una palabra, immediatamente pone una flecha en el arco y procede a apuntarla directamente al maestro Kobayashi. El maestro Hirotaro rapidamente desenvaina su espada y al mismo tiempo que el asesino suelta la flecha, el maestro Hirotaro salta en frente del maestro Kobayashi y recibe la flecha en el pecho. El maestro Hirotaro cae de rodillas, y con una expresion de dolor cae tendido en el piso. La flecha se hunde mas adentro del pecho del maestro hasta atravesarlo. El maestro Katsumoto, todavia sorprendido, se posa sobre el maestro Hirotaro como tratando de revivirlo. Esfuerzo que es en vano ya que la punteria del asesino fue muy precisa. El maestro Kobayashi fija su mirada al piso y no se mueve. Cuando el asesino procede a cargar el arco una vez mas, el maestro Kobayashi levanta su mirada y lo ve fijamente. A travez de la rendija de su mascara, se ve su determinacion y proposito, sin embargo baja el arco y guarda la flecha. Lentamente baja la parte superior de su cuerpo y respetuosamente saluda al maestro. El asesino se da vuelta y sale del gran salon mientras da una orden que no pude oir, al resto de los intrusos. Estos al oir la orden, bajan sus arcos y flechas y con la misma rapidez salen del cuarto y siguen en la misma direccion por la cual salio el asesino. Yo todavia estoy paralizado del miedo. No podia creer lo que acababa de pasar. Cualquier efecto que el sake tenia sobre mi se habia disipado rapidamente. El maestro Katsumoto veia al maestro Hirotaro con triteza mientras estab tendido en el piso, en medio de un charco de sangre. El maestro Kobayashi nuevamente bajo su mirada y no dijo nada. Hoy me pregunto por que el maestro Kobayashi se quedo tan calmado mientras paso lo que paso en el gran salon? Quien era el asesino y por que vino a matar al maestro Kobayashi? Y mas importante aun, el maestro Kobayashi, el maestro Katsumoto, y yo estabamos en suma desventaja frente al formidable grupo de intrusos que si hubiesen querido podian habernos obliterado sin esfuerzo alguno. Sin embargo el asesino no se atrevio a disparar la segunda flecha y cumplir con su mision. Bueno, ya sono la alarma. Tengo que levantarme para ir al trabajo hoy. Creo que algunas cosas son mejor si nos quedamos sin saberlas. [por Mascavidrio - 1:04 p. m.] 2 comentarios: bb, esos sueños un dia de estos te van a matar vida, mejor no duermas mas :-P (esta arrechisimo by the way) :-D por maria caraota - 4/08/2005 01:22:00 p. m. Hola! Muy buena historia! Yo tambien me quede pensndo que le paso al asesino que no termino su trabajo! por sunrisetkila4two - 4/08/2005 08:36:00 p. m. |